Cuando la cantidad de dióxido de carbono que una persona u organización emite a la atmósfera es igual a la que elimina, se dice que es neutra en carbono, porque su contribución global de dióxido de carbono es cero.
Por supuesto, no todo el dióxido de carbono es malo. Al fin y al cabo, se produce de forma natural durante el proceso de respiración de todos los animales de la Tierra, incluidos los humanos, y las plantas lo necesitan para la fotosíntesis. Cuando las empresas o los gobiernos hablan de neutralidad del carbono, se refieren a una categoría específica de producción de carbono: el que se libera al quemar combustibles fósiles.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, los niveles de dióxido de carbono son hoy más altos que en cualquier otro momento de los últimos 800,000 años. Cuando el dióxido de carbono se acumula en nuestra atmósfera, puede atrapar el calor, como lo hacen las paredes de cristal de un invernadero.
Para combatir el impacto de la producción de gases de efecto invernadero de origen humano, organizaciones de una amplia gama de industrias han lanzado proyectos para reducir y, en algunos casos, eliminar sus emisiones de dióxido de carbono. La explosión del interés en el movimiento ecologista ha generado todo un nuevo vocabulario para describir la gama de clasificaciones del carbono.
Nuevos términos
Carbono-negativo: Cuando la cantidad de emisiones de dióxido de carbono que una organización retira de la atmósfera es mayor que la cantidad que genera, se convierte en carbono-negativa. Si una empresa produce una tonelada métrica de dióxido de carbono en el transcurso de un mes pero también elimina dos toneladas métricas en el mismo periodo de tiempo, se consideraría carbono-negativa.
Una de las formas más comunes de que las empresas compensen sus emisiones de dióxido de carbono es permitir el crecimiento de los bosques. La Unión Europea calcula que los árboles absorben cada año casi el 9% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Muchas empresas tienen iniciativas anuales de plantación de árboles para ayudar a reducir la contaminación por carbono.
Carbono cero: Si una organización pudiera evitar añadir cualquier tipo de dióxido de carbono a la atmósfera, se clasificaría como carbono cero. Actualmente, esto es sólo un concepto teórico y todavía no es factible.
Compensación de carbono: Las actividades que reducen las emisiones de dióxido de carbono u otros gases de efecto invernadero pueden convertirse en derechos negociables que se compran y venden como certificados. Una organización que compra estos certificados está esencialmente financiando proyectos que luchan contra el cambio climático, pero sin reducir sus propias emisiones. Una organización puede invertir en la instalación de un parque eólico o solar que sustituya a una central eléctrica de carbón. De este modo, se dice que la compra o "compensa" las propias emisiones del comprador con una cantidad igual de reducciones en otros lugares.
Cero neto: Cuando una organización compensa sus emisiones de carbono con la misma cantidad que genera, se considera que es cero neto. Esto puede lograrse mediante esfuerzos dentro de la organización para reducir la contaminación por carbono, como la participación en programas de plantación de árboles o la compra de compensaciones de carbono, o mediante una combinación de tales esfuerzos.
Eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera es sólo una parte de la ecuación. Para alcanzar el objetivo de la neutralidad del carbono es necesario reducir drásticamente la cantidad de gases de efecto invernadero que se generan cada año.
Sustituir los coches y camiones convencionales por vehículos eléctricos (VE) tendrá un gran impacto. En función de las fuentes eléctricas, un VE suele producir sólo un tercio de la cantidad de dióxido de carbono de un vehículo de gasolina, según un estudio de la Union of Concerned Scientists centrado en las emisiones de Estados Unidos. Otro estudio comparó los vehículos convencionales con los vehículos eléctricos en Europa y descubrió que los vehículos eléctricos reducen las emisiones hasta en un 80%.
Fechas límite agresivas
Una larga lista de empresas, entre las que se encuentra Aptiv, han fijado fechas objetivo para alcanzar la neutralidad de carbono utilizando estos conceptos de carbono. La mayoría ha fijado fechas objetivo de neutralidad de carbono en los próximos 10 a 30 años. En la industria automovilística, Ford y Volkswagen esperan ser neutrales en carbono para 2050, y Volvo Cars planea convertirse en una empresa "climáticamente neutral" para 2040.
A principios de este año, el presidente y director general de Aptiv, Kevin Clark, anunció el compromiso de la empresa de que todas sus operaciones en 44 países se alimenten con un 100% de energía renovable para 2030. Aptiv espera que toda su cartera de productos, desde su origen hasta su eliminación, sea neutra en carbono para 2040.
Para saber más, consulte "El camino de Aptiv hacia la neutralidad de carbono".