Para los consumidores de vehículos eléctricos, la mayoría de los cuales serán compradores por primera vez en los próximos años, la toma de carga será el centro de una nueva experiencia de conducción.
Los conductores ya no se limitarán a entrar en una gasolinería, cargar en pocos minutos y seguir su camino. Hoy en día, los conductores de vehículos eléctricos tienen que adaptarse a tiempos de carga más largos, que pueden oscilar entre 20 y 60 minutos en las estaciones de carga rápida y más tiempo para la carga en casa.
Los fabricantes de automóviles, por su parte, se enfrentan a una serie de retos. A medida que los fabricantes de equipos originales contrarrestan la ansiedad de los consumidores por la autonomía incluyendo baterías más grandes en sus vehículos, también necesitarán entradas de carga que puedan proporcionar de forma segura un mayor nivel de energía eléctrica para mantener los tiempos de carga bajos y utilizar la información de la temperatura para optimizar las tasas de carga.
Al mismo tiempo, buscan tomas de carga que sean fáciles de montar e instalar y que, al mismo tiempo, se adapten a una amplia gama de requisitos, incluida una variedad de normas regionales, arquitecturas eléctricas y plataformas de vehículos.
Además, los fabricantes de equipos originales deben tener en cuenta la resistencia de las tomas de carga a lo largo del tiempo. Los técnicos necesitarán un diseño de fácil mantenimiento que evite procedimientos de reparación complejos y costosos, como la sustitución de todo el mazo de cables.
Como elemento definitorio de la tecnología de los vehículos eléctricos, las tomas de carga requieren un enfoque de diseño inteligente que pueda abordar todos estos retos.
Lea nuestro documento técnico para saber más sobre ese enfoque.
