Para cumplir las nuevas normas y poner en manos de más conductores funciones de seguridad activa que salven vidas, los fabricantes de equipos originales necesitan una cosa por encima de todo en sus sistemas de detección y percepción: flexibilidad.
Las normas de seguridad de todo el mundo, como el Reglamento General de Seguridad 2 (RGS2) de la Unión Europea, que introducirá nuevos requisitos en 2024, exigen determinadas funciones de seguridad avanzadas en todos los vehículos. La incorporación de funciones como el frenado de emergencia automático y el mantenimiento de carril de emergencia en los vehículos nuevos contribuirá en gran medida a reducir los accidentes y las muertes.
Muchas de estas funciones de seguridad pueden incorporarse a los vehículos añadiendo un número mínimo de sensores, lo que significa que el costo de los vehículos que las incluyan debería estar al alcance de la mayoría de los consumidores. Por ejemplo, las tres funciones mencionadas pueden implementarse con un sistema de visión formado por una sola cámara, sola o junto con un radar orientado hacia delante.
El problema es que algunas de las soluciones de percepción basadas en la visión que existen en el mercado incluyen una amplia gama de funciones en sus sistemas sin ofrecer la flexibilidad necesaria para optimizar las funciones requeridas. Esto significa que un OEM podría tener que pagar por funciones como la detección del espacio libre o los controles de luces largas, aunque no estén relacionadas con las características de seguridad que el OEM quiere ofrecer en un modelo concreto. Además, algunas soluciones de visión están vinculadas a un sistema en chip (SoC) específico, por lo que el OEM no tiene libertad para decidir qué SoC del proveedor se incluye en su vehículo.
Cuando los fabricantes de equipos originales tienen una capacidad limitada para especificar el diseño del sistema o las funciones de software que cumplirían sus requisitos, se enfrentan a dificultades para ampliar las capacidades de seguridad en todas sus líneas de productos.
Un nuevo enfoque
La respuesta es pasar a una plataforma abierta y flexible de software y sistemas que sea independiente del SoC, no obligue a los fabricantes de equipos originales a establecer paquetes de funciones de software y pueda ampliarse desde funciones de seguridad exclusivamente de visión relacionadas con el cumplimiento del GSR2 hasta una solución de conducción automatizada de nivel 2+ o superior que fusione la detección de 360 grados a partir de múltiples modalidades de detección.
La solución Gen 7 Vision de Aptiv cumple todos estos criterios. Cumple los requisitos de GSR2 al tiempo que admite la clasificación NCAP 2025 de hasta 5 estrellas. Permite implementaciones de visión optimizadas para requisitos específicos, lo que se traduce en el mejor costo total del sistema sin sacrificar el rendimiento y permite a los fabricantes de equipos originales ampliar de forma asequible sus sistemas de visión desde los vehículos básicos hasta los modelos de gama alta. Los fabricantes también disponen de flexibilidad a la hora de seleccionar las funciones de software y un SoC para el sistema.
La cámara de visión delantera está disponible en dos versiones principales: una cámara inteligente de 3 megapíxeles, que suele utilizarse para la conducción automatizada de nivel 0 a nivel 2, y una cámara satélite de 8 megapíxeles, que suele utilizarse para la conducción automatizada de nivel 2+ y superiores.
A medida que los fabricantes de equipos originales buscan una mayor funcionalidad y niveles más altos de automatización, el sistema puede integrar fácilmente datos de visión con datos de radar para la fusión de sensores, proporcionando un modelo completo del entorno que rodea al vehículo. El radar funciona en todas las condiciones meteorológicas y de iluminación, con una detección de objetos mejorada y flexibilidad de empaquetado, al tiempo que mantiene unos requisitos de potencia y computación bajos.
La flexibilidad es la clave de la innovación. Para desarrollar sistemas de percepción optimizados y de alto rendimiento, los fabricantes de equipos originales necesitarán soluciones que satisfagan las necesidades específicas actuales de sus clientes y, al mismo tiempo, ofrezcan la posibilidad de ampliarlas a funciones más robustas en el futuro.
